Nació en Buenos Aires en 1889 y falleció en Córdoba el 1 de marzo de 1974. Hijo de Paul Groussac, talentoso francés que tanto colaboró con la cultura argentina. Estudió ingeniería en Buenos Aires, que abandonó por razones de salud. Colaboró en el estudio del Arquitecto Villeminot, y allí recibió influencias de los pintores Gastón Jarry y Antonio Pibernat. Comenzó a pintar contando con cuarenta años de edad, siendo el paisaje de Alta Gracia lo que lo impulsó a pintar. Luego, Ascochinga, Anisacate, Saldán, Mina Clavero y otros lugares resultaron sus fuentes inspiradoras. Expuso paisajes en Van Riel, Jockey Club de Córdoba, Alianza Francesa de Córdoba en 1948, Salón Nacional en 1938 y 1945 y el Salón de La Plata en 1939. “Siempre sus óleos hablaron el idioma del color y del dibujo, y fueron realizados con gran oficio, frescura y sensibilidad. Creó paisajes argentinos en rica visión estética, dando testimonio e interpretación personal de los lugares y seres, tierra, muros, panoramas urbanos y del campo, con su rica paleta, que trasuntan la voz implícita de las cosas. Su amor por la naturaleza, le hace transferir a las telas cierta concepción evocadora y poética, que dialogan plácidamente con el contemplador”, Angel Lo Celso.